jueves, 31 de diciembre de 2015

Os comparto este PROLOGO, en que hacen mención de mi trabajo.

“Mil poemas a Gabriela Mistral” está en proceso de edición, les adjunto el prólogo de Socorro Isabel Barrantes Zurita:
PROLOGO: ( Por, Socorro Isabel Barrantes Zurita. Cajamarca-Perú)
Gabriela Mistral recorre el continente americano,
sembrando amanecer en el soneto conmovido de la existencia.
Gabriela con todo el orbe a cuestas, reverbera el asombro de la poesía.
Sus manos abiertas a los niños, a la Patria,
a los pueblos americaindios, al universo.
Creadora cosmovisión, hacia la consecución del espacio,
donde el amor se riegue en la mañana
y de frutos a la hora de los sueños, como presagiara su madre,
Gabriela inolvidable“… la Sra. Godoy, mujer valiente, le contestó firmemente,
a la profesora imberbe que la tildaba de retrasada mental:
_ Se equivoca Ud., algún día mi hija llegará a ser algo y Ud.,
oirá hablar de ella. Lucila miró a su madre con cariño,
sus ojos verdes sonrieron silenciosos,
sin que su cara moviera un solo músculo.
La confianza de la madre no fue defraudada.
Estimulada por esa fe _ como ello lo reconocía_
la niña “retrasada” se convierte más tarde
en la poetisa americana que veneramos y admiramos.”
Isidoro Gómez Montenegro, México
***
Y cuando desde otras fronteras nos damos cuenta
de que permaneces viva en el pensamiento de tantas y tantos estudiantes
que te han escrito desde el alma:
Cayendo una lágrima
por tu mejilla sonrojada
causada por el dolor de la impotencia…
brotando de tus dulces ojos
hasta la fina punta de tu mandíbula
Cayendo el dolor reprimido
hasta llegar rosando tus rodillas
reventando en el casi inexistente
mar de sueños
Una niña oculta
en el rincón de la miseria
mirando al horizonte del éxito
esperando llegar y tocar
la punta de la felicidad
Una infante nacida
en cuna chilena, el Coquimbo
Esperada por su madrecita
que tanto la anhelaba
Stephany Alcántara Tello, Cajamarca-Perú
4to. Grado Secundaria
***
En el viejo mundo vive su espíritu
Le llevan en el corazón, chilenos de amor
que hacen trascender su obra:
Por el mundo entero han viajado sus versos y poemas.
Los hombres de letras le hicieron sus reverencias
otorgándole el máximo galardón de la Literatura
y en su Chile querido, muy tarde vino la recompensa.
Hernán Dufey, Suiza
***
Gabriela ha salido de los campos tiernos del íntimo sol,
para declarar su palabra a los niños de las escuelas latinoamericanas, partiendo de Isla Negra.
En los podios de las escuelitas rurales,
de las urbanas, de escuelas grandes y pequeñas,
ella canta versos y el mensaje de su verbo
llena el corazón de los muchachos, que le escriben cartas, poemas, redondillas,
coplas, hacia la curva ardiente de su corazón,
con inspirado andino fuego.
Gabriela, dulce Gabriela
contigo me voy de ronda
para que jamás se esconda
tu maravillosa escuela.
Una vida de novela
escrita a puño y carbón
el mundo te dio la unción
trasladándote a la cúspide
hoy, ésta mujer te pide
que estés siempre en su razón.
Cecil Scott, Chile
***
Gabriela, “Embaixadora da cultura /Sábia artesã dos versos”
José Hilton Rosa, Brazil
***
Ha llegado a la orilla de los continentes, emerge su creación, su postura,
su genialidad política, macerada en poesía, recogida desde allá,
en Montegrande, primera y amada Patria
donde descansan los huesos de su nombre,
semillas germinantes de corazón múltiple, madre de los pies descalzos.
Amante hembra de los fuegos del corazón, sin fronteras.
Se alza sobre todas las cosas su vocación de Maestra mayúscula,
encendiendo las carpetas del cielo y de la tierra, de los niños y sus ángeles,
cuidando el sendero de la raza humana y sus principios,
la educación y valoración de la mujer en su grandeza, aún detenida
“Las mujeres formamos un hemisferio humano.
Toda ley, todo movimiento de libertad o de cultura
nos ha dejado por largo tiempo en la sombra.
Siempre hemos llegado al festín del progreso,
no como el invitado reacio que tarda en acudir,
sino como el camarada vergonzante al que se invita con atraso
y al que luego se disimula en el banquete por necio rubor.
Más sabia en su inconsciencia,
la naturaleza pone una luz sobre los dos flancos del planeta.
Y es ley infecunda toda ley encaminada a transformar pueblos
y que no toma en cuenta a las mujeres”
(Gabriela Mistral, “La instrucción de la mujer”, en La Voz de Elqui, Vicuña, 8 de marzo de 1906).
No sólo los niños y las mujeres llegamos a tocar sus puertas,
para entrar en vasta inspiración, que ilumina nuevos talentos americanos,
que dan fuerza sutil a los caminos y grandeza firme a las casas construidas,
desde aquel pensamiento y manos germinantes;
Alfred Asís nos ha llevado de la mano hacia vos,
para renovar los votos de magnífica presencia,
en el asiento humilde de toda laya de poetas,
niños y de niñas,
que inspiraron su genialidad premiada.
Tus palabras siempre avanzan a toda vela
por el día que tiene la forma de un río
o de un mar.
Es agua para beber
con vocales que abren sus alas
hasta tocar la cima
que nos mantiene despiertos.
Y tú misma andas
como pasa el viento en un trigal
Cecilia Ortiz, Olivos-Buenos Aires
Vos y Alfred Asís han convocado al mundo un río de versos, canciones,
escritos por doquier en vuestro nombre Gabriela, trémula madeja,
hilvanando naciones, colegios, entidades, a hombres y mujeres,
uniendo las mil policromías del mundo en sendos poemas,
pintados con la aurora o el crepúsculo de cada continente.
Aún conservo desde el lugar donde estoy
un viejo papel, una pluma,
tinta en el tintero…
Para decirles a todos
que mis palabras de amor,
seguirán escritas como la receta de Gabriela.
Nilda Spacapan, Argentina
Sigue siendo la diplomática consular de nuestros escritos.
Premio Nobel de la humanidad. Sigue siendo la profesora araucana
“Se hizo una gran maestra
/ Y les enseñó a sus alumnos / Sobre la alegría y la bondad/ Para permanecer en este mundo”
Estefany Duque Milán, alumna 5to grado, Cuba.
***
Junto a otros grandes que Alfred Asís vislumbra,
vas dando vueltas hacia el remanso del encuentro y de la paz
En fin hermana, Gabriela Mistral…
Su vida es fuente inagotable donde llegamos a beber vuestros sueños
y trascendentes realidades.
Nos enseña a escribir con humildad,
las razones de una maestra entrañable,
las razones de una mujer que se atrevió amar en otras dimensiones,
la poeta que nos lleva desde su ser, a inventar la libertad…
Socorro Isabel Barrantes Zurita
Cajamarca-Perú

lunes, 21 de diciembre de 2015

viernes, 11 de diciembre de 2015

Canto a Minatitlán.

Canto a Minatitlán.

Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

Hay tanta gente,
ruedan luces refractadas
en silenciosas calles,
Hay que bordear escollos…
seguir caminando,
dejamos atrás soledad y
lotes llenos de gazofia.
Apenas nace
ciudad niña,
es Minatitlán.
Ciudad de misterio
noble, milenaria
con luna muda.
Corren niños,
surge a distancia,
la espera,
la fuerza del mañana.
Juventud,
 piedra del aire, del tiempo…
Testificando palabras
recién pintadas
dentro de tantas voces.
Minatitlán hizo a mi alma cantar
con aroma de nuevo mundo,
de nuevo cielo,
¿Será esperanza eterna?
Ésta vez resurge… verdaderamente.


Descubrir el mundo es:

Dedicado a los niños
Descubrir el mundo es:

Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

Descubrir el mundo es:
recordar la primera palabra,
la primera sonrisa
 de nuestra infancia.

Descubrir el mundo es:
Volver a las rondas infantiles


donde niños nos tomábamos las manos,
éramos amigos…
Mas tarde cuando grandes hermanos.

Descubrir el mundo es:
Jugar en la lluvia sin la mezquindad del tiempo,
gozar al despertar
bajo un cielo esculpido de nubes blancas,
libres y puras como el viento.

Descubrir el mundo es:
Escuchar el canto de las aves,
ir a la iglesia y rezar agradecidos
por un día más.

Descubrir el mundo es:
Dar la mano y llamar hermano a
cualquier ser humano.

Descubrir el mundo es:
Recibir el bautismo al nacer,
escuchar una palabra y
que el sol sobre los muros blancos
nos rasgue las pupilas.




Sueños de niño

Sueños de niño
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

De niño tuve infantiles presentimientos, mucho desasosiego, premura de hacer travesuras, luego sutil descanso, breve trecho recorrido. Ojos a los que todo asombraba, piedras, viandantes, postes de teléfono, pájaros.
La iglesia al final de la calle franqueada por altos pinos como soldados de plomo custodios de la casa de mis abuelos.
De mis labios de niño brotaban ingenuas palabras y muchas preguntas. Manos pequeñas llenas de tierra, asoman canicas,  agüitas, tréboles, yoyo, trompo y tantas cosas que guardaba en las bolsas del pantalón corto, mis tesoros.
Y así un día no lejano pensé en detener el tiempo, devolver los barcos a la orilla, que el sol fuera una simple estrella, que la lluvia  regresara a la nube, que la ceniza del tiempo no tiñera mi pelo de blanco, que la primavera y sus flores se queden ahí, que las flores volvieran a sus capullos.
Que mi mano siempre sea tomada por la de mi madre, jugar juntos en la fuente de azulejos de talavera donde había cinco ranas que echaban agua por la boca. Que la misma mano me lleve al inmenso kiosco donde cabía toda una orquesta que dirigía un maestro español, el Maestro Pegueros, al que yo imitaba con mis cortos brazos.
Retener el tiempo, que la tarde no pase; que yo nunca crezca,  es sólo un lindo sueño, ha llegado la tarde a mi vida, la juventud se ha ido de mi, mis ojos cansados aún siguen asombrándose de la naturaleza, mis cabellos ya no existen. Mis hijos han hecho sus vidas. Felizmente me he llenado de nietos Monse, ya es una señorita que pronto cumplirá 18 años, Bryan a sus 15 años es un eterno enamorado prefiere el facebook que estudiar, Brandon cumplirá 8 años, también Camila es una excelente declamadora ha sido maestra de ceremonias en su Colegio. Además de ser muy buena contando historias, sabe muchos versículos. Mi Joyce tiene 4 años ya va al Kínder, le va al América y dice amén cuando va a misa; da la paz. Mateo tiene 8 meses, es un inquieto bebé, el amor de la abuela y de toda la familia
Somos devenir los seres humanos… hechos de tiempo, pulsiones y sueños, quedará este poema que hace años escribí a mi hija, antes de que llegara Camila, Brandon y Joyce y el nuevo bebé.
La espera
Se revela el ciclo de la espera
serán nueve lunas exactas.
Aumentará tu vientre
llena de bostezos
mientras la roca canta.
Rueda en mi imaginación la duda…
¿Tendrá un poco de mi cara,
un poco de tu mirada?
Caerán rayos de sol sobre los árboles
las hojas se mecerán al viento.
Nueve lunas crecerá tu vientre.
Será larga la espera.
Deseo que corra el tiempo
tocar con nuestros dedos
ese vientre prominente.
Pensando siempre…
¿Se parecerá a ti,
tendrá tu cabello y
un poco de mi mirada?




Niñez

Niñez

Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

Nuestra tierra es infancia de recuerdos,
simiente que germina
árbol llevado por el viento
evocación de juegos cantos… risas.

Amanece temprano
desertan pájaros y aire.

Canto de grillos,
croar de ranas…
al  atardecer
se impregna de estrellas el cielo.

Nuevas formas
preparan al hombre para el mundo,
rutas de mármoles y asfalto…
industrialización.


En provincia ya hombre, trabaja  y
la engrandece
repite su canto al regresar del hogar

tranquilo y silencioso.




Por los niños

Por los niños
Por. Isidoro a. Gómez Montenegro.
Goethe, decía de los niños: Son los que más cariño me inspiran en la tierra, me detengo a observarlos, veo en ellos el germen de las facultades y virtudes que necesitan ejercitar, en sus caprichos descubro su constancia, su firmeza en sus travesuras, el buen humor les ayudará mañana a vencer la picardía de la vida.
Que puedo agregar a estas bellas palabras, a este complejo pensamiento de lo que son los niños.
En la actualidad, en algunos países, sufren las consecuencias de errores de los adultos, vejaciones de abusivos, maltrato de padres amargados, el abandono de  irresponsables, intransigencia de dirigentes políticos que a fuerza de demostrar su superioridad, combaten y ocasionan guerras injustas, sin objetivo en el mundo.
Me pregunto si los hombres que maltratan, no recuerdan su niñez, esa etapa tan inolvidable, por cuan dura que sea, llena de harta inocencia, mundos con árboles mágicos y hasta ideales.
Edad carente de maldad, de aviesas intenciones, en esa etapa es donde se fijan recuerdos determinantes para nuestro carácter, para desenvolvernos en nuestra edad adulta, según hayan sido nuestras relaciones con nuestros padres.
Es importante dar mejor trato a los niños, mejor ejemplo y eso lo digo por mí en particular.
Debemos darles mayor consideración, participación para que puedan apreciar su entorno, que las autoridades autoricen más parques recreativos, zoológicos que tanta falta hacen en Minatitlán.
Que los padres nos hagamos responsables de los hijos que engendremos, que les demos oportunidad de vivir, al fin y al cabo nosotros seremos en el futuro responsables de la formación de buenos o malos ciudadanos, ojalá que esa gente que se dedica a robar infantes, los castigue la ley, y se legisle sobre el mal trato al menor.
Hagamos lo posible porque nuestros hijos y los que no lo son sean la esperanza invencible del futuro, ellos habrán de habitar un mundo difícil que nosotros como adultos no hemos podido mejorar.  




Testamento a mis nietos

Testamento a mis nietos
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.
A Elena, mi Elena Garro, mi Elena Paz, te dejo el ejemplo de la lectura, de escribir poesía, como aprender a usar las palabras, la palabra es luz, Fiat lux.
A Bryan el recuerdo de los escasos juegos que compartimos, las películas de seres inexistentes, un vago recuerdo de aura de vagabundo solitario.
A Camila, mi Marenka, la cuarta parte de mis libros, lo que tuve y ya no tengo, el tiempo que se me ha ido de las manos como agua cristalina  y pura, escurre entre mis dedos sin poder detenerla.
A Brandon, el anhelo de verlo crecer igual que Camila, de recorrer los andadores llenos de árboles que me dejan perplejo, las monedas de plata y níquel que fueron de tu bisabuelo, el amor interminable… tal vez no pueda demostrárselos. Largos días de espera, pienso cómo serán a quién se parecerán, guardo las anécdotas que no podré contarles, las figuras arqueológicas y mis libros, les dejo el amor intangible que describo en cada poesía escrita.
A Joyce, las figuras de barro negro, las tejas, el izcuintle de barro,  los cromos de Frida Kahlo, las melodías que escucho y todo mi amor.
A Mateo el último hasta hoy, de ti me llevo tu sonrisa, tus travesuras, tu inquietud por caminar, tu amor por los animales, me llevo de ti más que lo que te puedo dejar, desde mi corazón muchas cosas nacieron, en fin no dejo mucho, no sé si supe ser buen padre o buen amigo; les dejo la bondad de mis pocos amigos, el aire que no me pudo derribar a pesar que tantas veces acarició mi piel, los colores del jardín de mi abuela Engracia, las plegarias que cada noche rezo por mi madre.
Me voy sin ningún afán, sin ninguna pretensión, no me considero un pobre diablo, pobres aquellos que se preocupan por tenerlo todo, lamento no poderles enseñar a cazar estrellas, ni enseñarles las cosas tan extraordinarias que vi, tantas perlas en las ostras que comía, los unicornios azules que cabalgaron en mi corazón estival, tal vez no dejo nada porque nada tuve, o tuve demasiadas cosas en mi imaginación, os aseguro que fueron hermosas.

Me voy con los zapatos más nuevos y la ropa más sencilla, una hoja para escribir, mi pluma de inacabable tinta. Me he olvidado de repartir mis pinturas y acuarelas, no sé si escriba otro libro o vuelva a sembrar un árbol, si no lo hago ustedes háganlo por mí. Su abuelo que los quiere y no sabe a dónde irá.