Gabriel García
Márquez
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.
Mi
recuerdo más vivo y constante no es el
de las personas, sino el de la casa
misma
de Aracataca donde viví con mis
abuelos.
Todos los días despierto con la
impresión,
falsa o real, de que he soñado que
estoy en
esa casa.
Gabriel García Márquez.
Ganador del Premio Nobel de Literatura 1982. Novelista contemporáneo nació en Aracataca,
Colombia. A los
18 años el periódico “El Esplendor” le publica
un cuento; redactor del mismo diario liberal.
Editó junto a
sus compañeros del Liceo Nacional de varones en Zipaquirá “La Gaceta Literaria”,
fue enviado a Europa en 1954; en Roma
realiza un curso en el Centro Cinematográfico Experimental; viaja por el Viejo
Mundo y conoce varios lugares, cuando
clausuran “El Espectador” se queda sin el giro mensual que le servía para
vivir. Había escrito La hojarasca, su pobreza en París la lleva con “la
dignidad y picardía de un hidalgo”, La hojarasca y la Patrona Parisiense,
tuvieron suerte, editadas en Colombia, su patria, fue acogida con entusiasmo
por la crítica; emigra a Caracas donde continúa
trabajando en Revistas a la par escribe novelas. Camilo Torres le
publica a mediados de 1947 dos poemas en
el periódico “La Razón”. Entusiasmado por el triunfo de Fidel Castro, comienza
a trabajar en una agencia fidelista
primero en Caracas y después en Nueva York.
De enero de
1954, García Márquez llega a El Espectador, a mayo de 1967, en Buenos Aires. Otras
de sus obras son: “La mala hora”, “Los funerales de la mamá grande”, “Ojos
de perro azul”, “El amor en los tiempos de cólera”, “Crónica de una muerte
angustiada”, “El General en su laberinto”, “Vivir para contarlo”, “Del amor y
otros demonios”,” Memoria de mis putas tristes”, “Doce cuentos peregrinos”. Son
las perlas que nos ha regalado un hombre, un gran narrador.
Álvaro Mutis,
generoso, paciente y profuso maestro de Coello fue amigo íntimo del rapsoda de
Macondo.
Su nombre
comienza a tener fama literaria. Sus novelas; “La hojarasca” y “El coronel
no tiene quien le escriba” publicada después, le habían dado para vivir con
decoro, fue entonces, cuando se alejó definitivamente del periodismo para dedicarse a su vocación de novelista.
Escribió guiones para cine, en 1967 publicó Cien años de soledad, novela que
cambió su vida de pobreza a la de millonario aureolado de prestigio.
El periodismo y
el cine fueron abandonados como medio para vivir le proporcionaron en cambio, experiencia necesaria para forjar
novelas “ellos ensancharon de una manera insospechada –afirma- mis perspectivas
de novelista”. Vivió en la Cd. de México, fue aquí, camino a Acapulco en 1965,
cuando la idea de escribir Cien años de soledad
se impuso en su vida. Se apartó de guionista de cine y trabajó
intensamente durante dos años en escribirla. Estuvo sin ganar, con deudas
acumuladas hasta 1967, publicó su obra, la crítica la elogió con los mejores
adjetivos.
García
Márquez no se preocupó por el tema de su
novela, desde niño participó en el argumento. Huérfano, apenas conoció a sus
padres, pasó su infancia con la abuela siempre enlutada en una casa llena de
sombras misteriosas, de sombras funerarias y angustiadas; en un pueblo como
cualquier otro del Caribe, al que dio el nombre imaginario de Macondo, cuyos
vecinos supersticiosos e ignorantes igual a los de otros lugares, con
adivinadoras, gitanos de raras habilidades y encantadores de serpientes.
Afirma el
escritor; la mayor dificultad que tuve fue el tono del lenguaje. Es decir,
había que hablar como los abuelos, tarea muy dura, rescatar todo un
vocabulario, una manera de nombrar las cosas ya no usuales en los medios
urbanos del presente. Habría que servirse de ellos sin temor, con cierto valor
civil y con mayor razón donde existe el culto del idioma, como en Colombia.
Su obra “Cien
años de soledad” está basada en una realidad; para quien conozca, aunque
sea superficialmente la historia colombiana sabe que no son fantasías
literarias las treinta y dos guerras del Coronel Aureliano Buendía, de la
novela; las enconadas luchas entre conservadores y liberales, las represalias del ejército. Se afirma que
en Macondo todo está arreglado en una realidad continental; Macondo es un microcosmos
de América Latina.
La crítica más
variada ha reconocido la excelencia de la novela, aunque se ande por las ramas
de la fantasía, tiene fondo social, proyección política, denuncia de gobernantes inmorales y
administradores de la desigualdad de clases.
Gabriel José de la Concordia García Márquez Nació un 6 de marzo de 1927[. Escritor, novelista, cuentista, guionista y periodista colombiano. Es conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito, o por su apócope Gabo desde que Eduardo Zalamea Borda subdirector del diario El Espectador, comenzara a llamarle así. Murió en la Cd. de México el 17 de abril de
2014. Se le rendirá homenaje póstumo el lunes 21 de abril en el Palacio de
Bellas Artes.[]
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