Ventanas de
otoño
MEXICO
llanto de finísimos cristales,
vuelo de alboradas.
Hilo enhebrado
atraviesa estaciones
rompiendo calendarios.
Lugar donde no nacimos…
Lluvia cae
llevándose la infancia a cuestas
creyéndome indoblegable.
¡Ah tiempo!
Ave migratoria de alas fuertes
llegó para quedarse,
me hace sucumbir.
Ráfaga inasible en reyerta
vestigio de luchas,
cuerpo contra cuerpo.
En tu ombligo
despierta el sol inmóvil.
Recuerdo mis días niños
se reúnen fisonomías de lluvia
en ollas sacramentales;
aunque el otoño traiga dolor.
Milagrosos rostros,
telarañas de años cubren mis ojos,
heridas surcan mi faz
cuando asomo a la ventana.
Huéspedes concurren
como sueños de nostalgia y
adioses de sombra.
Noche…deseos luminosos…
silencios otoñales.
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