sábado, 8 de marzo de 2014

Memorial


Memorial (A Rita y a Lorenzo)

Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.

 

Transitan la dulce calle del recuerdo; las pisadas dejan huecos en las aceras.

Su recuerdo pervive en las calles; la vida escoge el vacío, el dolor es sordo como lágrimas.

Anonadado, absorto por la noticia. Ahora los que partieron antes duermen en la hortaliza el largo reposo, tenue ciclo, inefable remembrar.

Dejaron brisa leve, etérea figura, delicadas forman en diciembre esperan la floración del pino, las esferas de colores cuelgan en franqueza inigualable; inquieta honradez del cielo, luz del recuerdo hay entre duelos lágrimas, plegarias,  Dios dará vida eterna, brumosa furia envuelve la extraña paz que deja un cuerpo. Caminan a las nubes, cirros, cúmulos, estratos, lentitud del vuelo, alas cavan en aire al infinito filtro del umbral, que cruzaremos todos.

La noche canta a la sombra inoportuna del frío, tuétano de hueso ennegrecido como estrella.

Un miserable poeta  envía pífano sonido de quena, en pleno canto sin reclamo, sin entender como se queda sin amigo y sin la breve mujer angelical que tendió la mano. Se borraron del plano terrenal, causan mi angustia, escribo este memorial o elegía y no entiendo la muerte y te toca.

La noche despoja su manto inútil, luz de estrellas imanta y avisa… pronto seremos sembrados, la gente camina ajena… sigue la vida otros la dilatan.

La ceniza del tiempo cae indiferente.

Arthur Rimbaud

http://www.laalcazaba.org/jean-arthur-rimbaud-pescador-de-estrellas-por-isidoro-a-gomez-montenegro/

jueves, 27 de febrero de 2014

José Vasconcelos

 

José Vasconcelos ilustre oaxaqueño, hombre de talento y estudio, de frete alta, ojos de tristeza antigua, bigote lacio, viril, siempre inquieto y en acción. Destacado en el ámbito de la cultura del siglo XX. Fue abogado, escritor, conferencista, filósofo y periodista. Maestro de la Juventud por decisión de la Federación  de Estudiantes de Colombia.

Doctor Honoris Causa por las Universidades de: México, Puerto Rico, Chile y Guatemala. Miembro de la Real Academia de la Lengua.

Fue candidato popular a la Presidencia de la Republica. Burlado por un fraude electoral preparado, armado y realizado por el callismo, escribió los libros autobiográficos “Ulises Criollo” I y II, “La tormenta”, “El desastre”, “El Proconsulado” y “La Flama”, obras apasionadas y apasionantes  monumento a la memoria de María Antonieta Rivas Mercado.

Su vida fue la de un activista permanente en pro de las causas justas, se recibe como abogado en 1907 en la Escuela de Jurisprudencia, al mismo tiempo Preside el Ateneo de la Juventud.

En 1909 participa en el Movimiento Armado Revolucionario al lado de Francisco I. Madero. A la caída de Madero sale al exilio, al retornar a México participa en la Convención de Aguascalientes, formó parte del gobierno efímero de Eulalio Gutiérrez, en 1915 sale nuevamente al exilio.

Cuando triunfa el Movimiento de Agua Prieta, Sonora; se desempeña como Rector de la Universidad Nacional de 1920 a 1921, Secretario de Educación Pública de 1921 a julio de 1924, en la Presidencia de Álvaro Obregón. Ésta etapa fue la más brillante de su carrera política, organizó la Secretaría de Educación Pública en tres departamentos y se guió por los siguientes principios: Difusión de la cultura elemental para extinguir el analfabetismo. Difusión de la enseñanza industrial y técnica. Orientador del nacionalismo espiritual y de hispanoamericanismo.

Impulsó la Escuela Rural Mexicana. Creó las misiones culturales con improvisados maestros, fomentó en ellos el verdadero apostolado de la profesión, logrando hacer de la Escuela una transformadora social.

Tuvo diferencias políticas con la presidencia, abandonó el cargo y aceptó la candidatura para gobernador de Oaxaca, no le reconocieron el triunfo y nuevamente viaja al extranjero, visita varias Universidades de Europa y Estados Unidos, a su regreso en noviembre de 1928, para ser candidato a la Republica. En 1929 sale del país y regresa hasta 1940.

Su obra abarca diferentes temas de Filosofía e Historia. De su abundante producción destacan: Pitágoras, Una teoría del Ritmo, Movimiento intelectual mexicano, La revolución de la energía,  Quetzalcóatl, La raza cósmica.

Adentrándonos un poco en la vida sentimental de Vasconcelos,  mencionaré la historia de amor que culmina en tragedia. Vasconcelos se enamoró como todo hombre de María Antonieta Rivas Mercado.

Sin embargo Antonieta estaba enamorada de Manuel Rodríguez Lozano, quien la movió a despojarse de egoísmo, vanidad, orgullo, sensualidad, a él ofrendó cuerpo, espíritu y su vida, sin llegar a consumar ese amor. Él como muchos, sólo la trataba por conveniencia, ella era quien lo promovía, igual que a otros artistas. En el caso de Manuel el día que ella desaparece del mundo su figura se va extinguiendo hasta quedar en polvo de olvido. Le duele dejarlo, sabe que se sentirá herido o traicionado por no acompañarlo hasta el final.

Estando en París un día decide ofrecer su máximo sacrificio, toma la pistola de un baúl, la que había acompañado a Vasconcelos en la campaña electoral. Antonieta va a la Catedral de Nuestra Señora de París, la joven mexicana termina sus días dándose un balazo en el corazón, Su semblante quedó tranquilo, sin perder su dignidad. Pocas mujeres han amado y expresado su amor como lo hizo ella. Ella fue mecenas destacada dentro de la vida cultural de México. Ref. Del libro “87 cartas de amor” de Rivas Mercado Editorial UV 1980. En otra entrega abundaré en la interesante vida de ésta mujer.

A manera de colofón: Me queda la duda. ¿Habría cambiado el país si Vasconcelos hubiera sido Presidente de la Republica en aquéllos tiempos?

José María Albino Vasconcelos Calderón nació el 27 de febrero de 1882 y muere en la Ciudad de México el 30 de junio de 1959.

 

lunes, 10 de febrero de 2014

Mata Hari



Mata Hari

Mito del espionaje.

Apresada el 13 de febrero de 1917, en solo dos días que duró el proceso se le condenó a muerte y meses después fue llevada al paredón no quiso que le vendaran los ojos, enfrentó al pelotón con valentía  12 balas terminaron con su hermoso cuerpo, de ahí el mito que las autoridades negaron, pues nunca revelaron detalles de la muerte de Mata Hari o Margarita, muere a los 41 años de edad.

Pudo ser la psicosis de la guerra que padecía Francia y no la verdadera culpabilidad del espionaje.   

En 1916 conoce a un alto militar en la Haya que se desempeña como Cónsul, ahí es acentuado el enigma, afirman que se enamoró de él y que le ofreció una buena suma de dinero para que le suministrara información castrense, dada su relación con los militares galos.

Sin ser profesional del espionaje, atraída por nuevas seducciones, su defensa negó que hubiera sido una espía, ella en afán de probar su inocencia afirmó su deseo de trabajar a favor de los aliados penetrando en los proyectos de los ataques alemanes.

El nombre artístico de Margarita Zelle se convirtió en sinónimo de espionaje, por sus encantos femeninos. Hay muchas cosas oscuras  en el caso de ésta mujer que tuvo al Paris de su tiempo a sus pies y fue idolatrada  por miles de hombres, no obstante vivió rodeada de incomprensión e infelicidad.

¿Quién fue en realidad esta mujer fascinante?

¿La espía cuyo proceso duró dos días y su posterior fusilamiento apasionó a los europeos?

Margarita Gertrudis Zelle nació un 7 de agosto de 1876 en la ciudad de Leeuwarden hija de familia burguesa, en esa ciudad realizó sus primeros estudios, mas adelante se trasladó a Leiden Holanda para estudiar magisterio.

Su belleza que la caracterizó desde la niñez, acentuada por el tiempo, se convirtió en misterio, poseía, de encanto especial indescifrable, introvertida en su manera de ser, a los 19 años se desposó con un oficial del ejército holandés  de apellido Mc. Leod y fue a vivir a Java después de la boda. Vivió 7 años en la isla hasta 1902, por lo que despertó su afición por el baile, tenía muchas horas de ocio por las labores de su marido militar, Margarita se interesó en costumbres y bailes orientales, finalmente le apasionaron, compenetrándose en la vida de la mujer javanesa.

Se transformó influenciada por el mundo nuevo, distinto al burgués puritano y aburrido  de los países bajos, comenzó a usar la indumentaria típica de las isleñas y experimentó los contrastes del mundo milenario, cegado, donde nació y vivió su niñez, al exótico y sensual de la isla.

En ese contrapunto sexual y la herencia cultural estrecha con la que vivía entra en contradicciones, se divorcia del oficial Mc. Leod y se traslada a París donde puede realizar sus sueños desempeñándose como bailarina profesional en la capital francesa, imprime a sus danzas erotismo y excitación, aunada su belleza, pronto se hace popular en la ciudad luz de 1905. Se entrega de lleno a su profesión de bailarina, llamándose “Mata Hari” cuyo significado en malayo es (ojo del día)  nuevamente se transforma al nombrarse así. Al no encontrar la respuesta buscada en el público empieza a bailar desnuda, así llega a la fama, al clímax, la ondulación de las caderas y sus manos excitan al paroxismo de los espectadores, convirtiéndose en rutilante estrella. Alcanza el éxito a toda costa y tesón trabaja hasta altas horas de la noche: La expresión del rostro de la mujer leyenda se vuelve enigmático.

Brindó sus favores a la crema innata de la intelectualidad, aristocracia, diplomacia, política y altos oficiales del ejército, cortejándola con gran delicadeza, llenan su camerino de rosas.

Durante 10 años tiene romances efímeros, y vacío el corazón.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Poema nocturno

                                                     
Poema nocturno

Por, Isidoro A. Gómez Montenegro.

De la garganta de la noche

brota sed a torrentes

 dibuja espacios con astros y

música de estrellas,

ecos de voces y estatuas erguidas.

La muchedumbre se agolpa

escuchan:

“Poema nocturno”.

Choque de estrellas,

hojas de bronce caen,

desde lo alto vuelan hojas secas.

Palabras pronunciadas en oscuridad,

en sombras, cantar de esferas.

Cinético llanto de hombre;

sabe su mortalidad.

No discierne sus palabras entre la lluvia,

frío, recidiva, cataratas de niebla,

agua de abajo hacia arriba,

granos de tinta,

piedra convertida en ceniza.

Éste poema,

vestigio de poca eternidad,

hecho con fe y poca piedad,

estamos en el linde,

en el limen de vida y noche.

¿A dónde ir?

¿A quién debo acudir?

Mi escritura ya no es oscura,

es de agua; igual a mis ojos.

Cuando me marche,

con sed de terminar

ésta miserable agonía,

por no encontrarnos.

Como aquél individuo

uncido al molino,

girando todo el tiempo,

en pos de sí mismo.

Aunque vagues por calles y

suburbios extraños,

regresarás con amargura,

permanecerás siempre a ciegas,

incurable, miserable,

volverás al polvo nuevamente.

No encontrarás tu obra sobre la tierra,

aunque iluminen estrellas,

constelaciones, estaño

 la antorcha llevada por tu compañera.

¿Acaso alguien sabía de ustedes?

¡No!, no se distinguían

vuestras sombras en la oscuridad.

Agonizarán líquenes, helechos,

 el hombre concluirá:

 La música de las estrellas.