Mata
Hari
Mito del espionaje.
Apresada el 13 de febrero de 1917, en solo dos días que duró el proceso se le condenó a muerte y meses después fue llevada al paredón no quiso que le vendaran los ojos, enfrentó al pelotón con valentía 12 balas terminaron con su hermoso cuerpo, de ahí el mito que las autoridades negaron, pues nunca revelaron detalles de la muerte de Mata Hari o Margarita, muere a los 41 años de edad.
Pudo
ser la psicosis de la guerra que padecía Francia y no la verdadera culpabilidad
del espionaje.
En
1916 conoce a un alto militar en la Haya que se desempeña como Cónsul, ahí es
acentuado el enigma, afirman que se enamoró de él y que le ofreció una buena
suma de dinero para que le suministrara información castrense, dada su relación
con los militares galos.
Sin
ser profesional del espionaje, atraída por nuevas seducciones, su defensa negó
que hubiera sido una espía, ella en afán de probar su inocencia afirmó su deseo
de trabajar a favor de los aliados penetrando en los proyectos de los ataques
alemanes.
El
nombre artístico de Margarita Zelle se convirtió en sinónimo de espionaje, por sus
encantos femeninos. Hay muchas cosas oscuras
en el caso de ésta mujer que tuvo al Paris de su tiempo a sus pies y fue
idolatrada por miles de hombres, no
obstante vivió rodeada de incomprensión e infelicidad.
¿Quién
fue en realidad esta mujer fascinante?
¿La
espía cuyo proceso duró dos días y su posterior fusilamiento apasionó a los
europeos?
Margarita
Gertrudis Zelle nació un 7 de agosto de 1876 en la ciudad de Leeuwarden hija de
familia burguesa, en esa ciudad realizó sus primeros estudios, mas adelante se
trasladó a Leiden Holanda para estudiar magisterio.
Su
belleza que la caracterizó desde la niñez, acentuada por el tiempo, se
convirtió en misterio, poseía, de encanto especial indescifrable, introvertida
en su manera de ser, a los 19 años se desposó con un oficial del ejército
holandés de apellido Mc. Leod y fue a
vivir a Java después de la boda. Vivió 7 años en la isla hasta 1902, por lo que
despertó su afición por el baile, tenía muchas horas de ocio por las labores de
su marido militar, Margarita se interesó en costumbres y bailes orientales,
finalmente le apasionaron, compenetrándose en la vida de la mujer javanesa.
Se
transformó influenciada por el mundo nuevo, distinto al burgués puritano y
aburrido de los países bajos, comenzó a
usar la indumentaria típica de las isleñas y experimentó los contrastes del
mundo milenario, cegado, donde nació y vivió su niñez, al exótico y sensual de
la isla.
En
ese contrapunto sexual y la herencia cultural estrecha con la que vivía entra
en contradicciones, se divorcia del oficial Mc. Leod y se traslada a París
donde puede realizar sus sueños desempeñándose como bailarina profesional en la
capital francesa, imprime a sus danzas erotismo y excitación, aunada su belleza,
pronto se hace popular en la ciudad luz de 1905. Se entrega de lleno a su
profesión de bailarina, llamándose “Mata Hari” cuyo significado en malayo es (ojo
del día) nuevamente se transforma al
nombrarse así. Al no encontrar la respuesta buscada en el público empieza a
bailar desnuda, así llega a la fama, al clímax, la ondulación de las caderas y
sus manos excitan al paroxismo de los espectadores, convirtiéndose en rutilante
estrella. Alcanza el éxito a toda costa y tesón trabaja hasta altas horas de la
noche: La expresión del rostro de la mujer leyenda se vuelve enigmático.
Brindó
sus favores a la crema innata de la intelectualidad, aristocracia, diplomacia,
política y altos oficiales del ejército, cortejándola con gran delicadeza,
llenan su camerino de rosas.
Durante
10 años tiene romances efímeros, y vacío el corazón.
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