Hostilidad
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.
Inmemorial hostil silencio.
Los cuadros, las paredes,
los fatuos recuerdos,
nos odian…
infeliz síntoma vivo.
Enfermedad latente
negación a hablar
a hacer el ridículo.
Somos clarividentes…
damos un paseo
no nos decimos nada.
En la desnudez de la noche
sentimos llegar la vida;
no sabemos si sonreír o llorar.
Somos inofensivos o exasperados,
permanecemos en calma
nos sentamos pacientemente.
Tu ausencia me asusta,
a través del largo día,
a distancia guías mi espíritu.
Guardas el amor tan en silencio,
hoy nos hablamos.
La ternura no tiene edad,
inocencia, ni palabras
nuestra ternura no es hostil.
Tal vez el silencio sea realce o
alguien inconscientemente nos odie.
Dejamos de tomar la iniciativa
de ser abiertos
a lo que nos enseña la vida.
No deploremos lo vivido,
ni nuestro silencio.
Nada podrá herirnos…
ni el adiós.
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