Olla
de muertos
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.
El
culto a los muertos en San Antonio Tecómitl, es una práctica que se remonta a
épocas tempranas de la historia del hombre.
Intentando
responder a los grandes enigmas que nos acompañan a lo largo de nuestra
existencia.
¿Qué
existe más allá de la muerte?, ¿Hay existencia después de morir?
El
día de muertos es una celebración de raíz prehispánica que se lleva a cabo en
todo el país, no obstante en cada región, en cada pueblo, adquiere matices
diferentes y particulares.
En
San Antonio Tecómitl (Olla de piedra), ubicado en el sureste del Valle de
México en la Delegación Milpa Alta, el día de Muertos alcanza proporciones de
gran magnitud y se convierte en un rito colectivo, ceremonia en la que se honra
la memoria y se rinde homenaje a los difuntos.
Desde
el mediodía del 31 de octubre se recibe con campanas y suculentas “veinte
flores”, no falta la flor de cempasúchil, el copal, el agua, la sal y los
alimentos que el difunto prefería en vida.
La
noche del 1°., de noviembre se ilumina
con el resplandor de cientos de fogatas en las calles con el fin de velar la
estancia de los muertos en el pueblo.
El
2 de noviembre, en el panteón, el atrio se alegra con la presencia de familias
que acuden a adornar las tumbas de sus
difuntos. En las tumbas que no tiene lapidas se aplana la tierra se moja,
adquiere tono negruzco; sobre ellas se forman figuras e imágenes a base de
pétalos de cempasúchil, ángeles, santos, calaveras y retratos.
Las
personas de ahí hacen “mentir el barro”, modelan el lodo del panteón y forman
iglesias, pirámides y otras figuras que recubren con cal.
Se
colocan sobre las tumbas ofrendas en miniatura y pequeños esqueletos de carrizo
que representan entierros, bodas, bautizos.
En
Tecómitl se piensa que de nuestra madre tierra salimos y a ella regresaremos al
morir, mientras tanto juegan a modelar el lodo del panteón, lodo mezclado con
el polvo de sus muertos; así les dan vida y así viven en su recuerdo cada 2 de
noviembre.
También
han anexado aspectos de los náhuatl como el tzompanti o muro de cráneos, la
quema del copal, ocote y entonan cantos fúnebres.
Los
ritos y ceremonias se llevan a cabo con respeto.