Viajo de
pie en la proa del barco
mi pecho
golpea la brisa, rompe el viento,
separa
en dos el Universo
plagado
de constelaciones.
La
sombra huye de mis manos;
canto
pendiendo de mi estrella.
Viajo y
vivo como pienso,
no como
otros quieren.
Mundo de
ciegos; el tuerto es rey.
Despliega
perenne vuelo de gaviotas,
deja
estela de espuma
en cielo
azul.
Escucho
mítico canto de sirenas.
Súbitamente
el viento me lleva a puerto seguro,
a la
orilla del varadero,
nada me
arrebata el tiempo, la soledad,
es tan
corta la vida y
nimio mi
pensamiento.
Pensamiento propio.
¡No temo
a la muerte!
Viajo a
puerto distante
mi pecho
golpea la brisa, rompe el viento,
el
corazón tranquilo… pensando.
¡Vivo
como quiero!
aunque
otros infelices se opongan.
Llegaré a
la orilla
separando
en dos el Universo
plagado
de absortos secretos.
Enciendo
constelaciones, estrellas
incendio
la noche… mi voz no se detiene,
mi
garganta grita lo que quiero, lo que pienso.
Finaliza
la travesía; navego en la proa del barco
mi pecho
golpea la brisa, rompe el viento,
separa
en dos el Universo.
Con alma inmortal
irisada
la mirada, el corazón latiendo.
Encuentro
presencia divina en el viento,
en cada
estrella luminosa.
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