martes, 17 de diciembre de 2013

Ave que cae

La esencia se pierde
en laberinto.
  Sangre escarlata
del ave se derrama.
Algas marinas
caen en zarzales.
 Piedras marmóreas
dejaran prueba
del arte que el hombre
sabe hacer.
Beso de serpiente
se irá con besos… 
 alisan alucinación.
 Alivian
 heridas del
ave que cae.

 La sangre fresca
lleva alas de aire.
Canto de Sirena
Por. Isidoro A. Gómez Montenegro.
Una Sirena no canta
porque tenga una respuesta.
Canta porque tiene una canción.
Anónimo.

Una mujer vive, se disemina en el fondo del abismo, se sumerge como sirena en las profundidades, busca mantos de coral negro, es canto del texto que la mano escribe,  como sicario manejo daga o puñal filoso, descifro el camino de la hemoglobina.
Hora propicia para utilizar el cálamo: encuentro el hito, anécdota, recuerdo, sin obsesión escudriño el enunciado exacto.
El faro provincial impone desde lo alto, la senda, oscilar de brújula,  dolorosos fragmentos de ingente búsqueda del naufragio.
Ahí principia todo, empieza a correr el sudor en prosecución de lo que escribo.
Suspiro, frágil vibración de canto de sirena, su vientre oscuro, denso pelambre en la entrepierna, visión primera  del oriente, lanzo mi red,  deseo atrapar ese mar de fondo incontrolable, encontrarme a mi mismo en la poesía.
Tenaz insisto, puedo realizar la hazaña en  horas decapitadas de nubes que pertenecieron al aire.
Ahora duermen en noble sombra las nubes, o quizás en afable cuerpo de la mujer hundida, de frágiles pechos.
¡Siento el mar!, el sollozo de amargura, densa, colérica por el naufragio tumultuoso, el poeta escribe… describe sobre el cuerpo.
Era más que el mar el amor convertido en ala de pájaro, ella, de escaso lino, la cubre su piel húmeda, su desordenado cabello, sus labios biselados producen escalofrío.
Fue más que  el mar…  orla de roto resplandor.
Con pluma en mano, desplazo inasible nudo de palabras,  voces hechizadas en la ilusión del camino, enhebro palabras…no dejo página en blanco.
Henchidas las aguas dejan recuerdo dulce, emanación de aliento en cada estrofa de canto llega sin afán, en hora incierta se desangra el cielo, el mar cobró la presa.
La hermosa sirena quedó consiente en el visaje, su cuerpo juvenil intacto, allí  quedó  la concreción.
El texto sigue… lastima ampliarlo, duele el alma al abrazar, el ombligo estalla, emanación blanca procede de orgasmo y texto.

Inicio… concluyo, me hundo en el estanque de sueño fortificado, en silencio de sombras que agitó el canto de la sirena

Los invito a leer mis poema publicado en la Revista virtual Literarte de Argentina.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Caleidoscopio

Pájaro callado por rayo de fuego.
Las cascadas rompen el silencio,
silencio pensando una palabra.
Mi letra escucha el mineral del verso
engendrada por el viento y mis sueños.
Mujer… mariposa de mil nombres.
Itzpapalotl,
la caída del verano
un árbol…nacastle
caído de las estrellas.
Se deja la memoria
en pedazos de papel.
Pañuelo en mano, estandarte
cerca del Salto de Eyipantla
acotado por mil máscaras,
pinturas y esculturas.
Ahí reciben la caricia primera
de las lluvias.
Guárdenme en su recuerdo,
prosigan en su arte.
La espora del poeta
se ha empezado a secar
en ustedes y en mí.
La confianza está en los ojos
y en las manos.
Un abrazo fraternal.