Alguien dejó en mi tierra el azul del cielo
entre ramas del crecido árbol.
El pájaro esparcía dulzura
por el aire
nítido.
Recuerdo la ternura
funesta que me ofreciste
dulce credo de olvido.
Un río de apresuradas palabras
se transforma en tosca y roja arcilla
en nuestras manos.
Hundimos pisadas en la arena,
el pájaro de alas azules
quedó aprisionado
en nuestros corazones.
Solo hoy nos convertimos
en enemigos,
labramos un destino
se une barro áspero, tibio y
pájaros de alas azules,
entre odio y ternura.
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