miércoles, 24 de julio de 2013

Mujer alada


A la mujer
se le puede querer a mitad del día;
sentada, abandonada... pensando.
En reposo u olvido,
al caer la tarde lenitiva
convivo con su ominosa carne.
A la mujer
también se le puede querer
cuando llega la noche,
entiendo la feminidad
del mundo;
cuando pego mi cabeza
en tu regazo como madre.
Cuando eres mi cómplice
tomada de mi mano
como aquel poema
apenas recordado
donde somos hermanos.
A la mujer
también se le puede querer sexualmente.
Inventar la noche y
escarceos de sueños húmedos.
Mujer oscuridad en llamas.
Mujer paloma alada… fruto enfebrecido.
A la mujer alada de mirada de seda
de cuerpo mas tuyo que mío,
resplandor en la noche, cruel deseo
Mujer…
podemos inventar el mudo cada día.
 

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