domingo, 16 de junio de 2013

Arcilla


Alguien dejó en mi tierra el azul del cielo

entre ramas del crecido árbol.

El pájaro esparcía dulzura

 por el aire nítido.

Recuerdo la ternura

funesta que me ofreciste

dulce credo de olvido.

Un río de apresuradas palabras

se transforma en tosca y roja arcilla

en nuestras manos.

Hundimos pisadas en la arena,

el pájaro de alas azules

quedó aprisionado

en nuestros corazones.

Solo hoy nos convertimos

en enemigos,

labramos un destino

se une barro áspero, tibio y

pájaros de alas azules,

entre odio y ternura.

 

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