martes, 18 de junio de 2013

Asesinato de Trosky

 

León Troski tenía la imagen de un maestro intelectual y bonachón, su cuerpo no decía nada pues era un luchador incansable a favor del proletariado, y desde muy joven se interesó por la causa del populismo ruso, se entrega a militar en el partido bolchevique de Lenin, artífice de la Revolución Soviética y célebre organizador del Ejercito Rojo. León Davidovich Bronstein es la figura más descollante de los millones de victimas bajo la ola del terror desatada por Stalin. Miembro de una familia de pequeños propietarios agrícolas, León D., dio principio a un enfrentamiento con quienes detentaban el poder hegemónico desde muy temprano. En 1902 adoptó el nombre de Troski para eludir a las tropas zaristas. “Instaurada la dictadura del proletariado” mostrando su desacuerdo por el férreo control que el Partido Comunista ejercía sobre obreros, campesinos e intelectuales y el creciente poder del Secretario General. La guerra se declara sobre el mismo Partido Comunista y Troski es el rival mas temido. Stalin decide expulsarlo del Partido en 1927 y a principios de 1928 enviarlo a Siberia, desterrándolo de URSS definitivamente. Así comienza su peregrinar de un país a otro, al desatarse la operación “exterminio” de Stalin contra su propio compañero de partido. Kirov un importante del partido y el posible sustituto de Stalin muere asesinado en 1934. Otros dirigentes intelectuales que resultaban sospechosos al poder absoluto de Stalin, también mueren. Llegando a una manera intolerable con la instauración de los procesos de Moscú, constituido en vil farsa para acabar con la disidencia, la tortura y el lavado de cerebro, eran los métodos usados.

Ante esta situación Troski estaba condenado a muerte pues era el famoso disidente y estando fuera de la URSS. Tenía libertad para dar Conferencias en otros lugares y a través de los escritos que enviaba a sus contactos dentro de Rusia, para crear una Nueva Internacional Comunista.

Siendo inminente una nueva Guerra Mundial Stalin teme un derrocamiento de su autocracia, como fue posible con el zarismo durante la Primera Guerra, organiza la persecución de Troski, fallando en 1936 en Noruega pero los agentes de la NKVD la terrible policía política el Partido, antecedente de la KBG actual. No descansará en la consecución de su propósito, ese mismo año detienen a un hijo de Troski y lo desaparecen sin dejar rastro en la URSS, mas adelante en 1938 muere el hijo mayor del disidente en París de manera sospechosa y son asesinados dos secretarios de Troski. El círculo va cerrándose, en enero de 1937 el perseguido decide acogerse al asilo que le brinda el gobierno mexicano donde es recibido por varios simpatizantes de nuestra tierra, amigos y elementos policiacos vestidos de civil y otros uniformados.

Vive con su esposa Natalia en una vieja casona de Coyoacán donde montan guardia troskistas mexicanos, la maquinaria de Stalin trabaja y desde la llegada de Troski desata una campaña de calumnias en contra de éste, al grado de inventarle una conspiración contra el Presidente Lázaro Cárdenas que había ofrecido el asilo político, el infundio resulta ridículo .

Al seguir Troski insistiendo en sus pretensiones contra la dictadura, Stalin trata de aniquilarlo, el primer intento es el 24 mayo de 1934, después del desfile del primero encabezado por el pintor David Alfaro Siqueiros. Tras fallar Siqueiros en la casa fortaleza de Troski, la NKVD selecciona a Ramón Mercader un español reclutado por los agentes del Servicio Secreto haciéndolo pasar por Jaques Monrad V. Nacido en Terán hijo de diplomático belga su misión:  primero seducir a una norteamericana Silvia Angelof, cuya hermana se había desempeñado como secretaria de Troski. Montándose el encuentro amoroso durante la IV Internacional, Monrad logra su propósito, en octubre de 1939 viaja a México y pide a Silvia se reúna con él, segada por el amor acude al llamado ignorando ser utilizada. A través de ella logra acercarse a Troski bajo el pretexto de ser  periodista en busca de mostrarle un articulo escrito en tormo a su causa, aprovechando estudia la casa, el número de guardias y sus posiciones. Nadie sospecha de él, el 20 de agosto de 1949 llega a la casona; bajo su abrigo lleva una pistola, un cuchillo y un piolet y a la vista el escrito para publicarse y lo analice Troski, es recibido amablemente, al leer el texto Troski inclina la cabeza y el asesino asesta tres mortales golpes con el piolet que deja expuesta la masa encefálica de Troski, al primero no cae da un grito terrible, pone en alerta a los guardias que apresan a Monrad y a las pocas horas muere el revolucionario, luchador incansable. Sus palabras últimas ¡lo conseguiste Stalin!

El crimen se había consumado eliminando a distancia a su más fuerte enemigo.

 Hay quienes afirman que la guerra minimizó el crimen y quedó en el olvido, pero el caso es que otros libros lo señalan como uno de los más arteros que han conmovido al mundo.

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