domingo, 16 de junio de 2013

Luna, mudo testigo


Los brazos de los amantes se desanudan

en mar de juramentos…

rumor de espuma, alas de gaviota.

 

Bendita palabra pronunciamos

para acurrucarnos al alba.

 

Tendidos entre rayos de sol

iniciamos una nueva vida

por aceras y calzadas vacías.

 

Algo golpea mi pecho

adormecido, no escucho tus pies

desnudos en la neblina.

Te veo bajando escaleras…

deidad fuiste en noche oscura

cuando bebí tu cuerpo

diosa de la noche.

 

Lasitud de mi cuerpo sobre tu vientre amado.

 

Solo la luna testificó batalla de ángeles.

Los brazos de los amantes se desanudaron ya,

sigue… silencio como espuma.

El ave fue a cubrir muslos

y  senos olvidados.

La divinidad  hizo posible

amarnos bajo la luna creciente.

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