jueves, 6 de junio de 2013

Virtud

 
Nobilidat solo vitus,
solo la virtud ennoblece.
 


 
Debemos conocer la virtud y donde anida, no hace mucho alguien finalizó un artículo con una anécdota que nuestro tío Oscar Ángeles motivador y sensibilizador de maestros, inicia sus pláticas; pertenece a la vox populli. En un lugar lejano había un anciano sabio y ciego, cierta vez unos niños quisieron poner a prueba su sabiduría. Dijeron: mostrémosle al anciano un pájaro entre las manos para que adivine si está muerto o vivo, si dice que está muerto lo dejaremos volar y si dice que está vivo lo mataremos, al presentarse frente al anciano y hacerle pregunta el anciano contestó: el destino del ave, está en sus manos.
La otra anécdota de la virtud se refiere a Moliere el dramaturgo, en cada una de sus obras criticaba satíricamente las costumbres burguesas, a los amargados, envidiosos, a los médicos ignorantes y hasta la iglesia del Siglo XVII a quienes denuncia en Tartufo, no le permitieron ser enterrado según el ritual católico he ahí la anécdota: Cierta vez, Moliere caminaba por las calles de Francia de Luis XIV ampliamente conocido, un indigente le pidió limosna y el dramaturgo le obsequió 15     Luises, el indigente corrió para alcanzarlo y devolverle la cantidad a lo que Moliere sorprendido gritó a la muchedumbre: Venid, venid, aquí ha anidado la virtud.
Y la última enseñanza de la virtud un poco larga, es la que se llama el hijo ilegítimo de R. Tagore la historia en cuestión a groso modo trata de un niño que va a visitar al Maestro Gautama para que lo convierta en Bramin, llevándole flores y frutas como presentes para que lo pueda guiar a la verdad, el maestro le preguntó al niño de que casta venía, pues esa era la condición para aspirar a la verdad,  Styacama se despidió  sin saber que responder y regresó a su casa cuestionando a su madre, ella le contestó que había tenido muchos amos, pero que él había venido a sus brazos sin tener esposo, al día siguiente temprano Styacama se presentó al Maestro y haciéndole una reverencia le dijo que no pertenecía a ninguna casta, por no tener padre, ni marido su mamá, muchos alumnos se burlaron de la insolencia de la madre y del niño que quería ser Bramin, pero, Gautama se levantó lo atrajo hacia su pecho y le dijo: Tú eres el mejor de los Bramines, porque posees la esencia de la Verdad.
Para concluir esta entrega: Sólo es virtuoso quien lleva a Dios en su corazón y no lo manifiesta.    
 


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